Contaban que, hace tiempo, un joven que circulaba solo en coche a altas horas de la noche por la carretera BV-2115, yendo de Vilanova y la Geltrú hacia L'Arboç, se encontró a una joven que hacía auto estop en la carretera. El conductor, que la ve sola, para el coche y le dice que él se dirige a L'Arboç, y que si va hacia allí puede subirse al coche sin problema. La chica, sin decir palabra, sube al coche y se sienta a su lado. Va vestida de blanco y se la ve muy pálida. El joven arranca el coche y empieza a hablar animadamente con ella, pero la chica no dice nada, sólo mira fijamente la carretera, y viendo su aspecto demacrado el hombre teme que a esa chica quizá le ha pasado alguna desgracia -se ha perdido, ha sufrido algún tipo de agresión y la han dejado abandonada por el camino, etc.-. El hecho es que la chica no habla y finalmente el joven decide callar y conducir en silencio, inquieto y preocupado.
Una vez a la altura del Pantano de Foix, ya pasado aquel punto donde se encuentra el muro de contención del embalse, y poco antes de llegar a una de las curvas más cerradas del pantano, de repente la chica exclama ¡“Aquí me maté yo!”
Asustado al oír su voz, el chico frena en seco y se vuelve para mirarla ¡No está! ¡La chica ha desaparecido y la puerta del coche está cerrada! Incrédulo, mete las luces de posición, pone las luces largas y sale del coche para mirar a la carretera, entre los árboles de los bosques que rodean la carretera en esa zona, e incluso mira dirección a las aguas del pantano. En ninguna parte ve señales de la chica. Ni un alma, sólo oscuridad... Finalmente, después de buscar durante unos minutos, asustado y tembloroso vuelve al coche y sube hacia L'Arboç, donde va a informar a la Guardia Civil. Al contar la historia, se entera de que hace años, en esa misma curva donde él ha parado el coche, murió una chica en un accidente de tráfico cuando, de noche, volviendo de fiesta de Vilanova y la Geltrú, con dirección en L'Arboç, se salió de la carretera y murió ahogada dentro del agua del pantano.
La historia terminaba aquí, pero aún añadían, aquellos que la contaban, que si uno circulaba solo de noche por aquella carretera (la carretera BV-2115), era muy probable encontrarse esta autoestopista fantasma, y que a más de uno incrédulo que no creía en ella, se le había aparecido.